Fiebre de Sabado por la tarde

Sábado 19 de junio de 2006. Trece horas (hora local). Colas inmensas para ingresar a los pubs. Los buses, los vehículos, las casas, todas con banderas con la Cruz de San Jorge, con la bandera de Inglaterra. Locura en las calles, euforia, algarabía. Toda la ciudad volcada en las calles, buscando afanosamente un lugar donde poder ver el partido del día, del fin de semana, de la semana, el primer partido de Inglaterra.

Este tipo de cosas a veces son dificiles de entender cuando no se está aca, cuando no se es de aca, es más puede llegar a ser peligroso, los nacionalismos y racismos florecen en dias como estos. Ver a un chofer de bus con la caniseta de la selección inglesa y con la bandera inglesa en el panel anterior puede sonar excesivo, hasta chocante, asi como el ver autos con banderitas inglesas en todas las puertas y banderas desplegadas en los paneles posteriores de estos. Casas con unas y a veces dos banderas inglesas, parece día de elecciones, o una fiesta nacional; pero no, es “sólo” un partido de futbol....

Para entende mejor este fenómeno hay remontarse meses atrás, cuando los titulares de los periódicos sensacionalistas y los no tanto bombardeaban con información sobre la selección, sobre juadores particulares, el entrenador, etc. Este fenómeno se hizo realmente insoportable las últimas dos semanas, cuando la radio, televisión y los periódicos hablaban sólo de esto, de la recuperación de Rooney y -esto es lo más chistoso de todo- de que esta vez si que Inglaterra gana la Copa del Mundo.

Locura total, locura colectiva, los ingleses ya se juran campeones de la Copa. Entrar a un pub para ver el partido suele no ser una buena idea, todos llenos, mucha cerveza, nerviosismo, se potencian como grupo, impresiona la fuerza que toman, siendo generalmente tan apáticos y tan poco demostrativos.