Tuesday, May 29, 2007

Humanidad y Esperanza

Hacia poco vi un documental sobre la matanza de Srebrenica, en Bosnia –Herzegovina, en la ex Yugoslavia. Impresiona la crueldad con la que los seres humanos pueden actuar en contra de otros. Recuerdo también mis lecturas sobre el genocidio en Rwanda, también en los 90. Este horror en la “Suiza de África”, la tierra de las mil colinas, en un verdadero paraíso natural, un país profundamente católico, donde se ejerció la peor matanza concertada y organizada de la historia humana (¡¡¡entre abril y junio (100 días), más de 800.000 seres humanos asesinados; 10.000 personas por día!!!). Da pena, vergüenza, el saber que en nuestros días, que hace apenas una década o algo más, seres humanos fueron capaces de coordinarse, planificar la matanza de cientos de otros seres humanos, usar la inteligencia para eliminar otras personas por el simple hecho de ser de una raza, grupo étnico, o sólo por ser diferente.

Parece increíble que, luego de las matanzas realizadas por los regímenes Nazis y Soviéticos, que tanto impactaron a la humanidad y nos han hecho meditar sobre lo que significa humanidad y el como debemos relacionarnos y ser humanos, hayan sucedido estas matanzas, ambas apenas diez años atrás, en los 90.

Hace ya 2000 años que la humanidad, nuestra bestialidad, nuestra alma, se divinizó, ya que Dios mismo se hizo hombre. Esto cambió para siempre a la humanidad, aunque los hombres de su tiempo lo sacrificaron, lo mataron de la forma más salvaje que ese tiempo había producido. Ese hombre es Jesús, quien dijo “ama a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo” y que Dios es Amor, cambiando a la humanidad y la forma de relacionarnos para siempre. Doscientos años después el mayor imperio de la humanidad se convirtió al cristianismo, con lo que este se humanizó, al igual que toda la sociedad de la época, especialmente la europea. Este proceso a sido gradual, ya que lentamente la humanidad se ha ido, valga la redundancia, humanizando, o cristianizando, que pueden, en verdad, ser tomados como sinónimos. Cada generación es mejor que la anterior, cada día se va progresando.

A su vez, contradiciendo a aquellos que con Roussou creen que el hombre es santo pero que la sociedad lo corrompe, yo firmemente creo que cada uno de nosotros, solos, sin la sociedad, la humanidad, sólo somos animales. Es la sociedad, el vivir juntos los que nos hace humanos. Cada vez somos más humanos y a la vez más divinos. Hasta hace no mucho el sufrimiento de otros era usufructuado, ya sea por los comerciantes de esclavos, los que llevaban a los deformes o con deficiencias a las ferias, o los que pagaban por ellos. Esos signos de bestialidad fueron desterrados de la sociedad europea en el último siglo. Paradójicamente, también a sido el siglo donde se han producidos loas más atroces violaciones a los derechos humanos. Los Hutus, Los socialistas soviéticos, los nacionalsocialistas, el marxismo de Polpot, los Serbios, si mi memoria no me falla, estos han sido los peores, ordenados por salvajismo y muertos. Vasta una mirada somera a todos aquellos regímenes que han aplicado el genocidio, para ver que la mayoría de estos fueron regímenes socialistas. No haré ningún juicio de valor sobre aquello.

Como ejemplo de que finalmente el amor es más fuerte, y que la única vía de superar esto es gracias al perdón y la misericordia, provienen de la misma Rwanda. Allí, luego de cumplirse 10 años de la tragedia, muchos de los asesinos han sido liberados, comenzando el difícil proceso de sanación. La verdad os hará libres, aquellos que reconocían y pedían perdón por los horrores cometidos por ellos, fueron liberados. Muchos de estos han vuelto a las mismas ciudades y aldeas donde mataron a miles, para, de corazón, pedir perdón a los que sobrevivieron y a los descendientes de aquellos que asesinaron. Aprendamos la lección de un país tan golpeado.