Viaje a Stonehenge y a la ciudad de Bath.

13 de mayo. Viaje a Stonehenge y a la ciudad de Bath.

La salida fue temprano, a las 8 de la madrugada... perdón,de la mañana. Día nublado, variando a despejado. Son dos horas de viaje a Stonehenge, al poco andar el cielo se pone amenazante, con nubes negras que cubren el horizonte. En Stonehenge estuvimos una hora, más que suficiente para una completa y exsaustiva visita al monumento, declarado Património de la Humanidad por la UNESCO. La visita defrauda, ya que uno esperaría poder caminar y recorrer libremente, pero no, sólo se puede seguir el sendero señalado, y no hay posibilidad de caminar por el monumento en si, sólo rodearlo.

Luego de esta entretenída visita, seguimos viaje por unos 45 minutos hasta la histórica ciudad de Bath. Esta ciudad fue importante en los tiempos de la ocupación romana de Inglaterra, dejando un legado de cultura entre los bárbaros habitantes de esta isla. En general, la arquitectura inglesa es muy fome, todas las casas iguales, para nada originales, pero en Bath, es posible disfrutar de algo diferente, nada fuera de lo común, pero al menos algo más original. Nos mostraron el estilo eduardiano, cuya principal gracia es que las ventanas se van reduciendo piso a piso (osea, las más grandes en el primero, achicandose con cada piso). Esto es porque la gente concentraba lo mejor en el primer piso, para mostrarlo a las visitas, mostrar lo bien que les iba, pero sus propias habitaciones eran más bien pequeñas, reservando los espacios más amplios para las visitas. Todos presumimos, el ser humano es igual en todas partes. Lo que más llama la atención es que durante unas decadas (s XVIII), el impuesto se cobraba por la cantidad de ventanas que tenía la casa del propietario. Resultado: las casas tiene tapiadas varias ventanas, para pagar menos impuestos. La Ciudad es património de la Humanidad, por lo que eso ahora no se puede reparar, las casas deben mantenerse tal como fueron tenidas por sus antiguos propietarios.

Lindas callejuelas, hermosas catedrales, abadías , y algunas casas que valen la pena. Esta es una ciudad en esencia turística, ya que hasta en las iglesias cobran por entrar (¿y si uno quiere entrar a rezar, digo yo?), aunque los habitantes son bien poco amistosos, miran con cara de pocos amigos y no facilitan mucho la visita. La arquitectura se carácteriza por el color de la piedra, que le da un tono especial a todas las construcciones de la ciudad.

Creo que esta ciudad da para ujna visita más exsaustiva, yo diria para medio día al menos.

Capítulo a parte son los Baños Romanos, vestigio de la ocupación de 5 siglos por parte del Imperio Romano de esta isla. Hermosa construcción, llama fuertemente la atención que el sistema para traer las aguas termales funcione a la perfección hasta nuestros dias. Lo único malo es que como el techo de la piscina principal fue removido, las aguas tienen una coloración verdosa por la proliferación de algas, gracias a la gran cantidad de luz que llega a esta. Excepto por este detalle todo funciona a la perfección, bueno además de que todo está en ruinas, jejeje.